Hace apenas unas semanas, cumplí un pequeño sueño que llevaba tiempo persiguiendo: compré una casita antigua en Pontevedra. Tiene ese encanto especial de las construcciones de antes, muros anchos, una ubicación que me encanta… Pero seamos realistas, el «encanto» también viene acompañado de una necesidad urgente y profunda de reforma. Sabía que no sería habitable tal cual, pero quizás subestimé un poco la magnitud del trabajo hasta que tuve las llaves en la mano y pude inspeccionarla a fondo.
Recorrerla con calma fue una mezcla de ilusión y un ligero baño de realidad. El tejado necesita una revisión completa (y probablemente sustitución), las ventanas de madera están muy deterioradas, la instalación eléctrica parece sacada de una película en blanco y negro, y la fontanería… mejor ni hablamos. Además, la distribución actual es poco práctica para la vida moderna y el aislamiento brilla por su ausencia. En resumen: necesita una reforma integral en toda regla.
Viendo el panorama, y teniendo en cuenta que yo vivo y trabajo en Vigo, la idea de intentar gestionar esto por mi cuenta, contratando gremios por separado o haciendo yo mismo parte del trabajo, quedó descartada de inmediato. Necesito profesionales. Necesito una empresa de reformas seria, con experiencia demostrable en rehabilitación de viviendas antiguas y que opere en la zona de Pontevedra. Alguien en quien pueda confiar para llevar a cabo un proyecto tan importante, coordinando todos los oficios y, a poder ser, sin que yo tenga que estar haciendo viajes diarios desde Vigo.
Así que, durante las últimas semanas, he estado inmerso en la fase de investigación. He preguntado a conocidos en Pontevedra por recomendaciones, he pasado horas en internet buscando empresas de reformas con buenas valoraciones, revisando sus páginas web, mirando fotos de proyectos anteriores (sobre todo si eran rehabilitaciones similares) y leyendo opiniones de otros clientes. He hecho una pequeña lista de candidatas que me inspiran confianza.
He dado el siguiente paso. He cogido el teléfono y he empezado a contactar con las tres empresas de reforma de casas Pontevedra que encabezaban mi lista. Les he explicado brevemente la situación: casa antigua comprada en Pontevedra, necesidad de reforma integral, mi ubicación en Vigo… La primera toma de contacto ha sido positiva en general. El objetivo ahora es concertar una visita a la casa con cada una de ellas en los próximos días. Necesitan verla en persona para poder valorar realmente el alcance de los trabajos y, a partir de ahí, elaborarme un presupuesto detallado.
Siento una mezcla de nerviosismo y emoción. Nerviosismo por lo que supondrá la obra, por los inevitables imprevistos y, por supuesto, por el presupuesto final. Pero también siento una ilusión enorme por empezar a darle forma a este proyecto, por escuchar las ideas de los profesionales y por imaginar cómo esa vieja casa puede transformarse. El primer paso, el de «avisar» a las empresas de reformas, ya está dado. Ahora empieza lo interesante.