La venta de caravanas y autocaravanas vive un momento dulce en su historia, más longeva de lo que parece a primera vista, ya que las primeras unidades son anteriores al siglo veinte. Este sector emergió como tal durante los años cincuenta, cuando las mejores marcas de caravanas trabajaban a pleno rendimiento y habían introducido ya algunas de las novedades que cambiarían para siempre el turismo itinerante.
Dos de sus pioneros fueron Jakob y Gerhart Bürstner, fundadores de la empresa que lleva su apellido, perteneciente hoy al Grupo Hymer. Estos carpinteros alemanes, padre e hijo, innovaron sobre todo en el diseño del interior de estos vehículos recreativos. Suya fue la idea de instalar una cama basculante que aumentara el espacio disponible, entre otros conceptos vanguardistas para su tiempo.
Por su parte, Arist Dethleffs tuvo el honor de construir la primera vivienda rodante de la historia de Alemania. En realidad, su wohnwagen fue un regalo de bodas que daría lugar, con las mejoras y adaptaciones convenientes, al modelo Tourist, cuya carrocería aerodinámica causó sensación.
Este mercado experimentó un salto de gigante cuando Erwin Hymer introdujo su Hymermobil a comienzos de los años setenta. Este modelo, que presume de ser una de las primeras autocaravanas completas, cimentó el éxito futuro de Hymer, permitiéndole absorber a muchos de sus competidores (Dethleffs y Bürstner, entre otros).
Pero no solo las caravanas y autocaravanas made in Germany impulsaron este sector. Las Airstream del estadounidense Wally Byam, por ejemplo, aportaron un valioso granito de arena al mundo del caravaning. Sus modelos de aluminio pulido constituyen una de las estampas más icónicas de la América de los años treinta.
La palabra motorhome es empleada en Estados Unidos para referirse a las autocaravanas. Su historia oficial comienza con Raymond Frank diseña y comercializa el primero de estos vehículos, una década antes del Hymermobil de Hymer.