Si vas por la calle, seguro que últimamente escuchas más de una conversación sobre cómo encontrar el mejor papel pintado en Vigo. Y es que decorar tu casa ya no es solo cosa de elegir muebles nórdicos y cojines con flecos; se ha convertido en una auténtica declaración de intenciones. Hubo un tiempo en el que bastaba con una mano de pintura blanca para dejar el salón “como nuevo», pero ahora el papel pintado ha regresado con fuerza, como esa moda de los pantalones campana, solo que aquí el resultado suele ser bastante más sofisticado y, admitámoslo, menos polémico.
La fiebre por empapelar las paredes no está reservada únicamente a los influencers de Instagram o a los interioristas con nombres imposibles de pronunciar. Desde el vecino que se creyó capaz de poner una estantería sin nivel hasta la tía segunda que ve tutoriales de decoración en bucle, todos están descubriendo el poder transformador que tiene este recurso decorativo. Y sí, el papel pintado en Vigo no es solo un tema de tendencia, sino una solución práctica y asequible para dar un giro de 180 grados a cualquier estancia, sin causar una guerra civil de polvo ni dejar el bolsillo temblando.
Probablemente todavía recuerdes aquel papel de flores marrones y naranjas en la casa de los abuelos que parecía salido de una telenovela setentera. Atrás quedaron esos días (afortunadamente). Ahora hay opciones para los que aman el minimalismo, para los que buscan junglas urbanas en su salón e incluso para quienes quieren que cada pared sea un lienzo diferente. Aunque suene a cliché, hay papeles pintados que prácticamente te hacen viajar sin moverte del sofá: un día desayuno en París y al otro me echo la siesta bajo un cielo estrellado marroquí. ¿La clave? Dejarse llevar por la imaginación, atreverse a salir del blanco y arriesgar, como cuando elegiste ese peinado imposible para tu última boda.
También hay que reconocer que el hecho de que el papel pintado sea tendencia no significa que cualquier elección sea buena. La avalancha de estampados, texturas y acabados puede hacer que más de uno necesite una brújula (o, mejor dicho, asesoramiento profesional para evitar acabar con un mural que parece la portada de un disco de los años ochenta). ¿Y el tamaño de la habitación? Ese detalle del que te olvidas hasta que tienes la primera tira en la mano y no sabes si has convertido el baño en un bosque encantado… o en algo de lo que mejor no hablar.
La versatilidad de este material es, sin duda, su mayor aliada. Sirve para dar profundidad a espacios pequeños, delimitar ambientes en un salón abierto o, incluso, para rescatar ese pasillo largo y eterno que conecta las habitaciones como un túnel del tiempo. Puedes empapelar una sola pared si prefieres la sutileza, o lanzarte de lleno y transformar todo el ambiente si te va la emoción fuerte. Algunos papeles incluso te permiten disimular pequeñas imperfecciones, lo cual los convierte en el aliado secreto de casas con muchas batallas a cuestas.
Hoy en día, la instalación resulta más sencilla que nunca. Existen materiales vinílicos resistentes a la humedad y al ajetreo diario, ideales incluso para cocinas y baños. Nada de quedarse con las ganas mientras miras Pinterest: ya no hay excusa para no experimentar, porque si te cansas, cambiarlo resulta relativamente fácil, y tu pared no se va a ofender si decides darle otra oportunidad al año siguiente. El mercado de papel pintado en Vigo se ha adaptado tanto que puedes encontrar auténticos murales personalizados, reproducir una foto familiar a tamaño XL o elegir ese estampado geométrico que hace juego con tu vajilla favorita. Las posibilidades solo las limita tu audacia decorativa (y, quizá, el consejo poco entusiasmo de tu media naranja para tu último arrebato creativo).
Tener un hogar con personalidad única está hoy al alcance de cualquier mortal: solo basta combinar colores, elegir bien la textura y estar dispuesto a disfrutar de una casa tan original como uno mismo. Si alguna vez pensaste que actualizar tus paredes era un reto titánico, estas nuevas propuestas han derribado el mito y han demostrado que cualquiera puede cambiar el rumbo de sus espacios con creatividad y decisión. No está de más advertir que, si decides sumarte a la fiebre del papel pintado y acertar de lleno, es posible que tu casa empiece a recibir más visitas de cuñados deseando copiarte la idea o de amigos que anuncian quedarse a vivir solo porque el salón ahora parece de revista. Lo que está claro es que convertir cada rincón de tu hogar en algo genuino y sorprendente ha dejado de ser un lujo de portada para pasar a ser una realidad traviesa, ingeniosa y, sobre todo, muy fácil de disfrutar cada día.